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Un tierno núcleo color salmón protegido por un grueso muro de ladrillos. Una enorme fuerza interior en su pecho y sus entrañas que irradia femineidad. Una mujer hecha a sí misma sin complejos ni medias tintas. Un cuerpo lleno de líneas curvas que se cubría de requiebros y ángulos. 
Así surgía el primer integral del proyecto, con una pasión irrefrenable y las cartas sobre la mesa, sin nada que esconder al mundo.

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"Me he sentido muy cómoda, la verdad es que había muy buen rollo y se me trató con mucho respeto. También he de decir que la idea quedó aún mejor de lo que yo tenía en la cabeza. Mi idea era simple pero se logró representar como yo la sentía."

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