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En los pies lleva sus raíces, un sólido tronco que sustenta sus ideales se abre paso por su cuerpo, coronado por cientos de ideas dispersas y ácidas que se enredan por una mente poderosa. Su personalidad convirtió el tiempo en música y nos perdimos en la noche. 
Cuando conoces bien a una persona y la pintas sobre su piel, y reconoces el resultado, entonces eres el mayor creyente en ti mismo.

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Una persona tan auténtica que en lugar de escribirla, me mando su carta por audio. Y como no podía ser de otra manera, voy a reproducir más o menos fielmente lo que dijo:

“Es una persona con la que tengo mucha confianza. En el momento en el que nos encontramos para hacerlo estaba súper nerviosa, a pesar de la confianza. Los dos estábamos nerviosos, porque se notaba, pero a la vez había una alegría tremenda por vernos para llevar a cabo algo así. Cuando por fin empezamos, que nos costó un rato por el frío,  era todo muy (aquí la modelo dijo literalmente “como muy mmm ah uh uh ah uh oh uhuhu, a ver como escribes eso”), pero tras los primeros minutos estaba completamente cómoda, porque podíamos hablar de lo que era incomodo, y entonces dejaba de serlo. Lo mejor de todo fue la comunicación, exponer la idea y que se entendiese, sin necesidad de estar hurgando en nada más, porque él lo entendía. Es una persona que me conoce, y que aparte de conocerme me ve, y eso fue una tremenda facilidad. (A lo cual añadió: “uuuuh ya van casi 3 minutos, eres una chapas”). Porque podría haber hecho lo mismo con otras personas y no habría sido para nada así, podría haber sido lo mismo y no habría aguantado estar congelándome, no hubiera merecido la pena. Otras personas no se hubiesen preocupado porque yo me estuviese congelando, no me hubiesen enchufado con el secador para darme calorcito, no me hubieran dejado ayudar para acelerar el proceso y que no me muriese. Fue una experiencia increíble. Aun cuando estaba tiritando antes de darme una ducha estaba pensando en lo mucho que merecía la pena, que no es algo que dudase. Es una experiencia que repetiría mil millones de veces, pero a ser posible sin frío. Aunque con frío también lo haría. Esto es amor real, y esto es haberse sentido cómoda. (Concluyendo con un “uuuuh”)”.

© 2018 by KAINER

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